Los días más largos de mi vida
“Cuando me dijeron que no podía llevarme a mi bebé a casa, sentí que el mundo se me venía abajo. Me iba con los brazos vacíos, el corazón destrozado y muchas preguntas sin respuesta.” Pasaste 10 días en UCIN. El sentimiento de verte en una incubadora, agarrar tu mano y tener que irme sin ti fue insoportable. Lloré como nunca, se me borro mi felicidad y mis ganas de vivir. Una de las peores experiencias fue encontrarme con un amigo afuera del hospital. Me mostró orgulloso a su bebé recién nacido, en su portabebés, y me preguntó: “¿Dónde está el tuyo?” Solo pude decir: “Está en terapia intensiva.” En mi mente la palabra discapaciad aún no resonaba, solo me preguntaba por que no te tengo conmigo, por favor vive hijo. Me subí al coche y lloré hasta quedarme sin lágrimas. Es un dolor que no se lo deseo a ninguna mamá